LA PRESENCIA.

Se despertó sintiendo la presencia de una sombra,eso la asustó.Fue corriendo hacia el espejo a observar si se reflejaba en él,pero no estaba allí.Apagó las luces,tal vez la sombra sea blanca,se dijo.Tampoco la vio.
El susto la llevó a correr por la casa,¿me seguirá?,la siguió.
Encendió la licuadora,probablemente el ruido la espante,pensó,además subió el volumen de la música bien alto.Seguía allí.¿Qué querés ?le gritaba al viento.
El miedo la superó,entonces lloró,lloró desconsoladamente¡es que nunca vas a dejarme en paz!.Salio despedida de la casa,tal vez en la calle desaparezca,rogaba.Se cruzó con Ernesto,su vecino,hablaron estúpidamente de todo un poco,ella miraba hacia un lado y otro,empezó a querer espantar a la sombra,como a las moscas,el vecino la observaba con curiosidad.
-Perdón,¿qué te pasa Virginia?pregunto.
-No nada,disculpe,es que tengo una sensación extraña que me molesta,no sé cómo sacármela de encima,es un fastidio tremendo,una pesadez,se lo juro.
-¿Y cómo es ?preguntó el vecino
-Es como una sombra que me oscurece el alma,una presencia negra,bien oscura,que me arruina el día.
-¡Ahhh la sombra!!! no se preocupe Virginia.
-¿La conoce?preguntó esperanzada.
-Claro,es como un ánima errante que nos toma por momentos y hasta puede ser parte de nuestra ánima.Lo mejor que puede hacer es hablar con ella.
-¿Le parece?si ni siquiera se que es.
-Si es una presencia es que tiene vida y con cualquier forma de vida se puede conversar ,no?
-Voy a intentarlo Ernesto.
Volvió agitada a su casa,decidida a conversar con la presencia.
Se sentó en el living,encendió un cigarrillo,un sahumerio y también una vela(por las dudas) y comenzó el diálogo.
-Decime sombra ¿quién sos?
-Una parte de vos misma,escuchó.
-¿Desde cuando existís?
-Desde casi siempre.
Algo desconcertada siguió
-¿Y qué querés?
-Quiero oscurecerte el día.
-¡Pero para qué!pregunta levantando el tono.
-Para que veas la tristeza que llevas dentro y dejes de temerle.
-La sombra la acompaño todo ese día y el siguiente y el otro también,dejó de ahuyentarla y ya no se escapó de ella.
esa noche durmieron abrazadas.