lunes, 13 de julio de 2009


Despojos de una mala noche.


La noche estaba oscura,muy oscura.Me aferré al cable de teléfono como si el pudiera darme alguna respuesta,no me tomé del auricular ni de ninguna otra parte sino del cable,como si fuera una mano amiga,sacandome mar afuera,tiré fuerte de él y saltó la ficha¡Dios mío!me quedé más incomunicada,pero no,solo era la fantasía de quedarme más vacía,pues más vacía no podía estar.Tomé el cable y me lo enrollé en el cuello,necesitaba un abrazo,pero estaba ahorcándome,cuando tiré para soltarme de él,me lastimó la garganta y revolcandome por el piso lloré por ese rasguño cruel,aunque no era más cruel que ese inmenso,atronador silencio.
Corriendo fui hacia la ventana y la abrí ,creía escuchar voces,sólo me alcanzó el bramido de sirenas.El mundo aulla y sólo puedo verlo desmoronarse sin hacer absolutamente nada ,más que mirar como cae.
La maldita tecnología tiene la culpa,nos aisla,metiéndonos frente a cuadrados con vida propia,un mundo de juguetes,de pura ficción.La verdad está en los sentimientos,la verdad está en la piel,si pellizco duele,si acaricio,agrada.¡Esa es la verdad!y no este pequeño visor que arma mundos a través de pilones de chips.
Todos estos pensamientos sólo me exaltaron más¡Basta,basta,gritaba mientras subía y bajaba las escaleras,me voy a la calle.Me vestí y cuando miré el reloj descubrí que eran las dos de la madrugada y ¿a dónde puedo ir a esta hora?¿a saltar rejas? Si toda la ciudad está enrejada.Mejor me quedo en casa y hago bicicleta fija para quemar energías(a veces creo que tanta energía me va a matar).
Pasó una larga hora más.Agotada conecté nuevamente el cable del teléfono a la ficha,por lo menos me quedaba la fantasía de dormir acompañada.El perro entre bostezo y bostezo me miraba intrigado,seguramente creía que esos movimientos extraños eran un nuevo juego , empezó a revolotear su hueso por el aire y a atajarlo,resignado talvez a no poder dormir esa noche.
Y allí permanecimos los dos,como locos en una mínima habitación del mundo,saltando enroscados,esperando el amanecer.
El amanecer de la humanidad,como un florecimiento a destajo,esa primavera tardía de los hombres hechos y derechos.
Las cosas no son como deben ser sino como son(extraña moral,sin ética aparente que no gobierna a todos,por suerte).
Después de unos cuantos saltos abracé a mi perro con la esperanza de que no me rechace y nos quedamos dormidos al fin,esperando la carroza.
El particular zumbido de un helicóptero me sobresaltó,me aferré a el perro¿habría llegado la hora?probablemente mi mala noche era el presagio de una guerra”volvieron los dinosaurios”dije en voz baja,”volveré y seré millones “dijo Evita.Volveremos y serán millones menos,dijeron ellos.
Me vienen a buscar,seguro que esta vez me toca ¡quién me manda a pensar!si eso es justamente lo que está prohibido.Las ideas no se degüellan escribió Sarmiento en una roca,mientras huía hacia Chile.
Cuando vencí el miedo me acerqué a la ventana y vi en el cielo una cosa enorme que volaba,no era una vaca pero bien podía pasar,un globo aerostático con alas iluminado,se paseaba con la leyenda LA SERENÍSIMA.Quedate tranquilo Felipe,le dije a mi perro,es una propaganda,no nos vienen a buscar, aunque debe ser interesante dar una vuelta en esa cosa.Felipe me miró de soslayo y largó un suspiro,creo que estaba harto,dio media vuelta y volvió a roncar.
El estaba cansado y yo me quedé mirando a los ositos de peluche buscando protección.
Con la esperanza de dormirme volví a agarrar el cable del teléfono buscando una mano amiga.
La trama de fondo.

Y también un día descubrís
que necesitás narcóticos para poder dormir.
Descubrís que hay personas
que dicen quererte
mientras arman tramas siniestras a tu alrededor,
son vámpiros
tejen telarañas en las que caés
y te vapulean a su antojo
destruyendo tu inocencia.
Descubrís que existe un mundo oculto
tras las verdades de cada soledad
y resulta que a eso que le llamabas amor
no es otra cosa más que manipulación.
Con sorpresa dolorosa
ves caer las caretas de algunas personas
y encontrás perversidad,redes insidiosas
que sólo dañan tu ánima.
La locura es contagiosa
entonces te enloquecés también
intentando justificar,entender,aceptar.
Pero no hay nada que hacer
más que escapar de ellos
para salvarte.

Del pasado.

A Clarissa Pinkola Estés



Estuve fuera del hogar,de mi alma,de mi piel de foca durante estos largos siete años.
Extraviada entre los harapos de necesidades imperiosas,deseos exhacerbados.
Ansiedades extremas,buscando fuera del cobijo,lo que sólo consigo dentro de él.
Andariega,perdida entre muchedumbres,lobos hambrientos,solitarios,deseosos de energía y sangre nueva.
Es probable que haya estado dentro también,intentando evitar más robos y sólo he logrado privarme de la alegría de estar en casa.
En realidad no se si estuve dentro o fuera.Si estuve fuera fue expuesta insanamente,sin piel casi,dejándome robar ,creyendo que estaba dentro,protegida .
Ni estuve protegida en el albergue,ni cabal fuera.
Anduve desesperada queriendo cubrir mi soledad,elegí mal y me quedé despellejada.
He perdido mucho tiempo suponiendo que estaba en una búsqueda.
Sólo quería perderme de mi misma.
¡Y lo he logrado con mucho exíto!

Anduve pretendiendo entender la locura de otros,enloqueciéndome,sólo porque las locuras no encajaban.
Me sometí como el perro a su amo, quién le besa la mano luego de una golpiza.
El perro tanto como yo sólo quería que no lo dejen solo.
Eso estuve haciendo todos estos años,intentando sentirme "dentro de algo" y no sólo no logré construir nada, sino que me habían quebrado la piel .
Ya comprendí ,todo es un largo aprendizaje hacia el centro de uno mismo.
Hacia el propio hogar.
Hoy,tranquila ya
festejo estar en mi morada.
¿ No es cierto Mayrim?


Y como dices tú
no hay a donde ir
porque ya hemos llegado
a ese lugar de ninguna parte.

Al centro mismo del Universo
que es nuestro verdadero hogar,
cuando no somos otra cosa
más que seres libres.

"Cuando logras estar plena
El Universo lo celebra"
porque ese es tu lugar.
Allí,ligeros de tanta parafarnália
al fin sentimos la ausencia de soledad.
En el preciso momento en que comprendemos
que en definitiva no somos nada,
no tenemos ninguna importancia en especial.
No somos más que un árbol o una roca.
Sólo tenemos la obligación de existir
y dejar andar a nuestros duendes interiores.

No somos otra cosa, más que ángeles atrapados,
enjaulados en un cuerpo