lunes, 6 de mayo de 2013

Capítulo 18

YO (aproximadamente por 1968)

En medio de una atormentada infancia- adolescencia,confundida y sin tener con quién hablar(todos estaban muy ocupados trabajando),me enfrascaba en libros de filosofía y en  todo lo que circulaba en esa época,tratando de comprender y escribía.Escribía todo lo que pensaba,me hacía preguntas,me respondía.Lo sigo haciendo.
No había tiempo para explicarle a una niña de que se trataba el bien y el mal,lo que estaba pasando económicamente y mucho menos de dónde habíamos venido.
Mi curiosidad y desconcierto constante me llevaron a buscar,por mis propios medios,información sobre mi identidad,tema que se apoderó de  mi vida . 

De la casa de Bernal recuerdo una enorme terraza,donde mis hermanos,comandados por Pino hacían "los asaltos"los sábados a la noche.Se le llamaba así, a los bailes que se hacían en las casas.Las mujeres llevaban comida y los hombres la bebida.No recuerdo haber visto muchas bebidas alcohólicas,por el contrario, se tomaban gaseosas o jugos.La energía se ponía en bailar,Rock and Roll,Twist , había que tener mucha resistencia para bailar tantas horas.Mis hermanos eran los mejores bailando,sin duda.
La entrada a la casa era un enorme portón de hierro verde oscuro,seguía el típico hall o zaguán ,como le llamábamos: un pasillo considerable,de unos cinco metros de largo por dos de ancho,que servía para múltiples cosas.Yo jugaba allí con mi amiga Inesita (la de al lado)o Alicia (la de la esquina)o Edda(la tana),esto cuando no lo hacíamos en la vereda o en plena calle.En aquella época la vereda era segura y libre.Se andaba en bicicleta ,las personas mayores sacaban sus sillas  después de la siesta y se ponían a tomar mate,charlaban entre los vecinos.Comparado con lo que pasa en estos días,parece un cuento de ciencia ficción.No es que no pasaran cosas desagradables,recuerdo que le teníamos pánico al "Sátiro",así le llamaban a los abusadores, maníaticos o asesinos .Y no se salía a la hora de la siesta,porque era peligroso,andaban los "degenerados"buscando sus presas.
"Cada muerte de obispo"había un robo,que por supuesto era la noticia de la semana.Pasaban cosas desagradables,sí,pero existía el tiempo para asimilar los hechos,cosa que hoy ya no existe, gracias a la tecnología-internet que nos ametralla con información de todo tipo.¡Tanta información! que la miramos hasta con indiferencia.
Recuerdo dos "piezas enormes"a los costados de ese hall,una  pieza era un dormitorio,la otra un living-comedor,que se usaba cuando venían las visitas y un gran baño donde pasaba de todo.El baño era el lugar de intimidad de cada uno.Por lo tanto era el lugar más codiciado.Eramos muchos y había que esperar para entrar.En ese baño Pino había colocado un grabador a cinta "Aiwa" , él y mi hermana Lina cantaban ,Lina lo hacía espectacularmente bien y grababa los temas. Pippo Mancera le tomó una prueba para "Sábados Circulares" y la contrataron,pero dijo que no,a pesar de ser su sueño.Como el sueño que abandonó Pino de ser "el jugador de fútbol" y el de Miquela,la maestra.
La recuerdo en esa pieza "para las visitas"hablándole al aire",dando clases de vaya a saber qué,con un público imaginario,que eran sus alumnos,por supuesto. Me ponía en la silla y tenía que escucharla.Ella era la maestra y yo  la única  alumna real.Le encantaba leer la Revista Susy o las novelas de Corín Tellado.
Tuve dos muñecos,uno grande, como un bebe al que no soltaba y una muñeca negra,que trajo mi mamá de Italia, abría y cerraba los ojos.Fue un gran revuelo en el barrio aquella muñeca negra,"la novedad llegada de Europa.
Leo siempre estuvo apurado,le gustaba correr en lo que fuera,por aquél entonces era la bicicleta,pero luego, motos,autos,lanchas.Siempre corría ,tuvo muchos accidentes pero salía ileso.Mi mamá decía que había nacido con "el pan bajo el brazo"(se le decía eso a las personas con suerte).Yo creo que tiene siete vidas.
Babbo, mi padre fue agrandando la casa,entonces construyó un gran living-comedor donde estaba el televisor,recuerdo cuando lo trajo.Era algo indescriptible,ver a las personas a través de una imágen.
También estaban las camas -libro,que se cerraban hacia arriba y ocupaban poco lugar,apenas el ancho de un colchón.Eso era común en las casas de los inmigrantes y necesario para ahorrar  espacio,se bajaban y subían con mucha facilidad.Y en ese comedor,dormíamos con mis hermanas. Después de ver la novela de "Narciso Ibáñez Menta"que me aterraba pero a ellos les encantaba,le pedía a mi hermana Miquela que me dejara dormir con ella y me dejaba.Yo la adoraba.
Miquela fue para  mi madre y Pino mi padre.Ella me tenía siempre en cuenta,a mi y a mi hermano Donato,que era un tipo realmente fastidiante, pero ella,al igual que mi mamá Nietta,lo protegían.
Arriba,antes de la terraza estaba la pieza de los varones,allí dormían los tres: Pino,Leo y Donato,se subían cuatro escalones más y estaba la gran terraza.Donde yo jugaba en soledad con mi perra Calina.




Capítulo 17


Perón estimuló la inmigración desde los comienzos de su gobierno.La baja densidad poblacional de extensas regiones argentinas y la excelencia de la mano de obra importada sustentaban su proyecto.Y éste se concretaba fácilmente gracias al desamparo en que la guerra había dejado a miles de familias europeas dispuestas a todo sacrificio a cambio de trabajo,seguridad y un futuro imaginable para sus hijos.
Andrea llegó a la Argentina en 1951,cuando Perón-aunque la etapa más brillante del régimen había tocado a su fin-ganaba por segunda vez consecutiva las elecciones presidenciales,y su esposa Eva Duarte,muy cerca de su muerte,que sucedería al año siguiente,se apartaba  de la actividad pública.
La disminución de la prosperidad económica,el autoritarismo ejercido en las escuelas,el control de huelgas y la represión de opositores,el enfrentamiento con la Iglesia y la creciente incomodidad de las Fuerzas Armadas desembocaron en el golpe militar de 1955.La revolución Libertadora derrocó a Perón -quién se exilió-,intervino la CGT y las universidades nacionales y proscribió el partido Justicialista.

viernes, 3 de mayo de 2013

Capítulo 16

Pino...aprendizajes


Pippo fue el primer impulso que tuvo mi carrera.Era un chico también italiano(el único que se acercó a charlar conmigo cuando empecé a trabajar.El hacía un año que trabajaba con Andrea.
Nos hicimos amigos,me ayudaba,me explicaba como era la peluquería,qué había que hacer,de qué manera,etc. Todas las compañeras del salón le pedían a Pippo que les cortara el pelo y las peinara.Y a mi,que recién empezaba,ni me miraban,Entonces le dije: mirá Pippo,yo en seis meses te voy a superar,y también les dije a las chicas:"Ustedes me van a pedir por favor que les corte el pelo".Se reían.
Cuando tome la decisión de ser peluquero,fue en parte para competir con Pippo y demostrarle a las chicas "de lo que yo era capaz".Un buen día, Andrea se fue a Europa y las clientas empezaron a elegirme para que las atendiera.Tal como había prometido,llegó el momento en que las empleadas me venían a rogar que les cortara el pelo y yo me daba el gusto de no atenderlas.En parte era un juego,porque" toda la vida yo he jugado".
Cuando empecé a trabajar en la peluquería nadie hablaba,nadie sonreía.Yo era alegre,cantaba y bailaba;al principio Andrea creía que estaba loco,pero al tiempo empezó a verse más contento, a divertirse conmigo.Armonizamos,estábamos juntos.Además al hablar el mismo idioma,el mismo dialecto,podíamos hacer chistes y nadie se daba cuenta.La peluquería cambió.
Yo les daba clases de baile a las clientas.Siempre he sido igual,tengo un carácter festivo.Tengo el impulso de crear,ya sea pintando,actuando,peinando o cocinando,pero la diversión tiene que ser la base.
"Lo que no me divierte,no me interesa".
Me tomaba muy en serio mi ambición de progresar,el modelo del propio Andrea,y su ayuda inicial,fueron dos claves en mi carrera.

Capítulo 15

Pino...un momento de decisión

Andrea me dio la oportunidad,y yo tomé la decisión de ser alguien. 
Un día me fui sólo a la estación de tren de Bernal,me senté en un banco  y me dije: ¿qué voy a hacer de mi vida?
Y escuché la respuesta como si viniera de otro lado :"Voy a ser el mejor".
No sabía cómo,deseaba volver a Italia,extrañaba,pero eso no iba a servirme de nada.
Me gustaba el fútbol,pero vivir de eso era imposible en ese momento,además había que mantener la casa.
Recién llegado me anoté en el Club Juventud de Bernal;había ido con un montón de vecinos y nos habían elegido sólo a mi y otro más .El primer fin de semana fui a entrenar,pero cuando empecé a trabajar en la peluquería 14-15 horas diarias,más el viaje de ida y vuelta,tuve que abandonar.
Una cosa era clara:no podía seguir así.Hasta ese instante había sido sumiso,no tenía personalidad :¿había que dejar Italia? la dejaba.¿Había que alcanzarle pincitas al peinador?Se las alcanzaba.Pero repentinamente algo rebelde de mi se manifestó y tomé una determinación por mi mismo,por primera vez:iba a aprender peluquería,iba a luchar,¡sería grande!
Volví a casa seguro y terminante,le pedí a mi padre que me ayudara a instalarme.Puse dos asientos en mi cuarto,un lavadero y dos secadores.Avisé a todo Bernal que los sábados a la tarde y los domingos cortaba y peinaba gratis.
Al principio era un desastre,pero despacio fui aprendiendo.Observaba a Andrea y Pippo,un compañero que sabía mucho.
Practique,practique y practique. Los sábados terminaba de trabajar a la 1 del mediodía,me iba a Bernal y ya había gente esperándome.Al poco tiempo empecé a cobrar.Llegó un momento en que, en un fin de semana ganaba más que en todo un mes en  la peluquería de Andrea.
Estuve casi dos años haciendo eso. Ahorraba  con desesperación,trabajaba con tanto fervor,que pude comprar un terreno,construir una casa,después pagar un auto en cuotas.En la Argentina se podía progresar. 
Pensé entonces (y lo dije después,en todos los países que visité) que aquí se podía nacer obrero y convertirse en patrón y eso no es común en el resto del mundo:es un privilegio.Lo supe así y puse todo mi empeño en aprovecharlo.


jueves, 2 de mayo de 2013

Capítulo 14

"El que no sabe llevar su contabilidad por espacio de tres mil años,
se queda como un ignorante en la oscuridad
y sólo vive el día"  Goethe.
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Pino ... Babbo

Recién llegados ,no tuve tiempo para el azoramiento:yo soy el mayor de los hermanos y tenía que trabajar.Eso no se ponía en duda en el seno de una familia italiana,no se discutía,ni siquiera se pensaba.
El amor de un italiano es diferente al de un alemán o un inglés.El amor italiano por la familia también es diferente de otros amores.La familia es un bloque que avanza unido.A mi padre le habían ofrecido un trabajo excelente en Comodoro Rivadavia, pero hubiera tenido que ir solo y no quiso abandonarnos.(Mucho después me pasaría algo parecido:una empresa norteamericana me propuso un contrato muy tentador,pero elegí quedarme con los míos,en lo que ya era mi país)
En Buenos Aires  las cosas eran difíciles para papá,él no podía con todo.Me tocaba poner el hombro y lo puse sin chistar.
¿Dónde probar fortuna si no en el salón de Andrea?A él le iba bien y si bien yo no sabía nada de la profesión,todo puede aprenderse.Al tercer día de estar acá,ya era ayudante de peluquería.Eso no significaba gran cosa:barrer el piso,lavar el pelo...
Pero ganar plata cambió mi rol dentro de la familia,pasé en cierto modo a desplazar a papá,a ocupar el lugar de jefe de familia,a cuidar de mis hermanos,sobretodo de Lina y Miquela.
Extrañaba Italia,no me gustaba ni siquiera el olor de la peluquería,no hablaba castellano...pero no perdí la alegría.Muy rápido me hice de amigos en el barrio:ya en mi primera semana en Bernal organicé una reunión en mi casa y a partir de allí,nos juntábamos todos los sábados a bailar.El grupo era muy lindo,a mi siempre me gustó bailar,la música,cantar.
También me gustaba ganar dinero,llevar plata a casa y mandarme la parte con mis amigos,por ejemplo invitándolos al cine. 
Ya me olvidaba un poco de Italia,ya me empezaba a acostumbrar.
Pero no me quedaría con eso,creo que mi empeño por superarme se generó, primero porque era demasiado alto,parecía mayor de lo que era y me daba muchísima verguenza ocupar el lugar  que tenía en la peluquería.Además sentía que no era el que correspondía,sabía que estaba preparado para algo mejor.
En Bari,habíamos vivido cómodos,todos los veranos tomábamos vacaciones en Festa o Santo Spirito,papá alquilaba una casa.Todos los días con mi primo Marco ibamos a pescar "pelozza",una especie de cangrejo que después comíamos con spaguetti ¡qué delicia!.
Antes de la quiebra,papá estaba muy bien económicamente,tenía un negocio de artículos para el hogar.Me habían mandado a una escuela privada Salesiana en Conversano y esperaban que algún día fuera doctor,no importaba que clase de doctor:médico ,abogado,daba lo mismo.Era la ambición máxima de un italiano de esa generación . Eso no fue posible,pero yo no sabía lo que era la pobreza o la mediocridad y no estaba dispuesto a averiguarlo.Tenía expectativas propias acerca de mi mismo y había heredado ,en cierta medida,las de mamma y babbo,aunque mi propio deseo no era ser doctor sino una estrella del fútbol.
Sentía que tenía un compromiso de honor con la familia.No pude cumplir con ninguno de esos sueños,ni doctor,ni fútbol pero también sabía que podía mucho más que limpiar peines y ordenar tijeras.



miércoles, 1 de mayo de 2013

Capítulo 13

Perón estimuló la inmigración desde los comienzos de su gobierno.La baja densidad poblacional de extensas regiones argentinas y la excelencia de la mano de obra importada, sustentaban su proyecto.Y éste se concretaba facilmente gracias al desamparo en que la guerra había dejado a miles de familias europeas dispuestas a todo sacrificio ,a cambio de trabajo,seguridad y un futuro imaginable para sus hijos.
Andrea llegó en 1951,cuando Perón-aunque la etapa más brillante del régimen había tocado a su fin-ganaba por segunda vez consecutiva las elecciones presidenciales,y su esposa Eva Duarte,muy cerca de su muerte,que sucedería al año siguiente,se apartaba de la actividad pública.
La disminución de la prosperidad económica,el autoritarismo ejercido en las escuelas,el control de huelgas y la represión de opositores,el enfrentamiento con la Iglesia y la creciente incomodidad de la Fuerzas Armadas desembocaron en el golpe militar de 1955.
La Revolución Libertadora derrocó a  Perón-quién se exilió-,intervino la CGT y las universidades nacionales y proscribió al partido Justicialista.

Capítulo 12

Los encuentros ocurrían en un bar de La Recoleta.Yo trataba de llegar antes, porque conociendo la velocidad de Pino,sabía que no tendría tiempo de revisar el grabador,abrir el cuaderno o sacar una lapicera ,mucho menos de pedir un café o encender un cigarrillo.Desde la puerta del bar (casi antes de entrar)con tono agitado y nervioso él arrancaba:¿te conté lo de...?
En las horas que duraban nuestros encuentros, él lanzaba casi catárticamente sus recuerdos y pareceres,y yo escuchaba afanosamente porque comenzaban a abrirse puertas que me trasladaban a otro mundo.El abanico se abría y fascinada descubría que siempre una lectura tiene otra, que es otra historia y así ,sucesivamente.
Descubrí que sólo podía detenerme en fragmentos que me disparaban algo,ver bajo mi propia lupa,lo que seguramente pasaría a ser otro relato.
En el bar estábamos tan ensimismados en los cuentos que ni siquiera mirábamos al mozo para pedirle agua mineral u otro café,simplemente lo decíamos y el buen hombre tenía que entender y guardarse sus entrenadas buenas formas.
En aquella época hacía mucho frío en Buenos Aires,recuerdo que atravezamos varias tormentas que nos dejaron empapados antes de llegar al auto,igualmente Pino me cantaba alguna canzonetta o yo le hacía escuchar alguna nueva canción (por supuesto italiana)que había descubierto en esos días y me erizaba la piel.

Capítulo 11

Me contó Pino...

llegamos a la Argentina un 2 de Abril de 1958 .Yo tenía 17 años y no sabíamos muy bien 
dónde íbamos ni para qué.La América que vi ese día no era la de mis fantasías Neoyorkinas, era una casita humilde en Bernal (tres cuartos y un baño)para doce personas)que mi tío Andrea, ya en aquellos tiempos un famoso estilista,había alquilado para que tuviéramos por dónde empezar.
Antes de llegar al puerto,alguien una mañana gritó¡Tierra!como si fuera Colón y todos subimos a cubierta y vimos la costa argentina,fue una desilusión muy grande,yo buscaba los edificios altos,los rascacielos y no los veía.No sabía dónde estaba,me dijeron que era Buenos Aires.El puerto olía muy mal,no teníamos mapa,no sabíamos dónde estábamos.
El camino lo había abierto mi tío Donato,hermano de Andrea en 1947,que comenzó trabajando en una peluquería en Constitución.
Así eran las cosas con los inmigrantes,primero lo intentaba uno,aquí , en Australia o en los Estados Unidos,si le iba bien,iba a buscar al resto de la familia o la mandaba a llamar;si le iba mal,tenía que volver;o quedarse y abandonar a los suyos.Muchos dejaron esposas,hijos,porque no tenían dinero ni para el pasaje de vuelta;o porque los dominó la humillación de no haber triunfado.
Todavía,cuando vuelvo de visita a Bari  o a cualquier lugar de Italia,incluso si voy al consulado Italiano aquí,(cuarenta años después,toda una vida después)percibo el resentimiento con que" los que se quedaron" ven a" los que nos fuimos".
Nosotros nos fuimos para poder estar mejor en otro lugar,pero también sirvió para que los que se quedaron pudieran comer,porque no había comida para todos.De todas maneras,algunos nos tratan como si hubiéramos renegado de la patria y las raíces,como si los emigrantes hubiéramos elegido el camino más fácil,sin dolor,sin desgarro,sin sacrificio y sin esfuerzo,no fue así.
Empecé sin nada "con una mano atrás y otra adelante,como se decía.

Capítulo 10

Hace años (1995),con Pino (mi hermano)pautamos encontrarnos una vez por semana,propuse trabajar con anotaciones y grabador y así fui registrando nuestros encuentros.Pino relataba anécdotas salpicadamente sobre su niñez - adolescencia en Bari y su vida,trabajo,amores en la Argentina.
Al principio eramos dos extraños con un proyecto en común,él ansioso por contar y yo ansiosa por escuchar.Tímidamente le hacía preguntas y me sorprendía frente a las respuestas.Montones de veces tragábamos con el café un puñadito de lágrimas,otras nos reíamos a carcajadas.Nos descubríamos en nuestro parentesco y también en nuestras diferencias.Eso sí,había algo que nunca faltaba :emoción.
A partir de esos encuentros (en aquél momento)todo comenzó a relacionarse con Italia y nuestros orígenes.Me metí en ese túnel del tiempo que absorbió mi vida,transformándola.
Ese "otro sentir",el antes y después de la emigración.El "sentir" de los inmigrantes,su trabajo,trayectoria,desarraigo y amor.
Esto intensificó mi necesidad por investigar sobre "la identidad" .Núnca dejo de hacerlo.Porque estoy convencida que saber de dónde venimos nos dice mucho sobre quienes somos.

martes, 30 de abril de 2013

La historia .Capítulo 9

"Inmigración en la Argentina",de Jose Panettieri .Capítulo 7-La Argentina reciente"
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A partir de 1947 se reanudó la inmigración de ultramar,interrumpida en 1930.El aporte fue considerable...pese a la elevada cantidad de retornos...
...Por otra parte y tomando como ejemplo la inmigración más numerosa,la italiana,que constituía las 3/5 partes del total,del período 1946-1957,debe tenerse en cuenta que en su país de origen y a pesar de la guerra recientemente concluida,las condiciones económicas y sociales de los sectores populares habían mejorado notablemente con respecto a los de fines del siglo anterior y principios de este.Existía un nivel de instrucción superior,muy diferente a los de épocas anteriores,sobre todo en los ambientes donde se reclutaba la inmigración...
...citando a Theodore Newcomb...todo norteamericano,en alguna ocasión,oyó la versión "del pobre muchacho inmigrante que triunfó",pero ,en cambio,muy pocos son los que están familiarizados con las violencias y dificultades por las que deben pasar,inevitablemente los inmigrantes al enfrentarse con una nueva cultura...
...Trasladando estos conceptos a casos registrados en nuestro país,es notable en grandes sectores de inmigración dicha "inasimilación".Esta falta de integración,que no siempre responde a las mismas causas que señaláramos para la inmigración anterior,puede observarse  también en quienes lograron éxito económico.A considerable cantidad de estos últimos solamente les intereso el país receptor como fuente de oportunidades económicas.
Mientras iban materializando sus propósitos,pensaban siempre en el retorno.Pero una vez logrado,se les hizo muy difícil volver;envueltos en una red de intereses económicos que no podían descuidar,comprendieron que a su patria solamente la verían como turistas.Y ya era tarde para arriesgarse en un medio que ,a  cambio de trabajo y sacrificio,sólo les había dado dinero:lo único que a ellos practicamente les había interesado.


A mis sobrinos,sobrinos nietos.

Capítulo 8



Octubre 1995
No pretendo ordenar obsesivamente los pensamientos porque me paraliza y creo que esta obra sería como el cuento del "el anciano poeta",que dice:
Ningún editor quiso publicar mi obra (dijo el anciano),la síntesis de una larga experiencia (vida- siglos),de fracasos,de viajes,de amor,de naufragios ,de miserias,de soledad,de renacer de infinitos suicidios.
El libro tiene por título :EL PUNTO.El texto es un .Así un .(Los ancianos,Revista Caracola,Zaragoza,1897).
O míticamente me pondría a pensar que todos los cuentos son en verdad uno solo contado millones de veces,por lo tanto millones de veces distintos.
Desordenar significa remover,revolver,cambiar de lugares,romper un orden establecido,y creo que de esto se trata,husmear en los cuentos,anécdotas,investigar en el pasado para encontrar la otra historia,esa otra lectura que hay debajo de cada lectura.
De esto se trata,de recopilar para "sabernos un poco más".
En este túnel me he metido,remolino de emociones, a concretar lo que tal vez sea una misión:CONTAR.

domingo, 28 de abril de 2013

Homenaje a Carolina Paparella.

          “La muerte que hay en los olvidos es la que nos ha llevado al error de creer en la muerte personal, pero esta    creencia es debilísima ;por eso hacemos mucho más por no ser olvidados que por no morir.”

 Macedonio  Fernández.

                               

                    




                                     La historia

                                                            Capítulo I

                                                 

           

-------------------------------------------------------------------------Escribo porque el alma me lo pide, para no quedar en el olvido, escribo para dejar una semilla en el corazón de esos hombres y mujeres que no conocen de dónde vienen, porque la velocidad y estupidez del mundo los llevó a correr detrás del dinero, como si no les hubiera alcanzado ver, que no sirvió de nada cuando más lo necesitaban. Sus madres murieron igual y se quedaron huérfanos, no sólo de ellas, sino  de sí mismos.

Escribo porque  si no saben  de dónde vienen ,es difícil que sepan hacia dónde van.

Escribo ,como siempre, porque el lápiz me sostiene.

Nuestros orígenes:

 Nosotros, los últimos inmigrantes.

Llegamos en 1958,yo tenía dos años. Me contó mi hermano Pino ,que la travesía duró 45 días ,al llegar a Buenos Aires, uno de nosotros tenía escarlatina o algo así y hubo cuarentena para los que veníamos en el barco ,es decir cuarenta días más metidos allí.

Panorama de aquella época:

En 1958,la Argentina emergía del gobierno militar de la Revolución Libertadora, con la presidencia democrática de Arturo Frondizi.  Los indicios de su énfasis desarrollista flotaban en el aire de la Buenos Aires  bulliciosa y noctámbula que nos recibió con indiferencia.

Bari  (Italia) sufría todavía entonces los cimbronazos económicos de la guerra. Nosotros formábamos parte de una ola inmigratoria europea .

América prometía paz y trabajo. Argentina abría sin restricciones los brazos a “todo extranjero que quisiera habitar su suelo ”,en especial durante los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón, entre 1946 y 1955.



Capítulo 2

 Mis padres nunca mencionaban el pasado, todo era misterioso , sabía que habían pasado la guerra, pero eso era todo. Una vez mi madre Nietta contó sobre un bombardeo cerca de  su casa y como corrió con miedo a buscar a su hermana ,a quién creía muerta .Mientras lo contaba lloraba tanto, estaba tan conmovida ,que  en ese instante comprendí por qué no se hablaba del tema. Entonces, naturalmente ya no pregunté más.

 Mis hermanos mayores, Pino, Lina, Leo y Miquela comenzaron a trabajar a los pocos días del arribo desde Italia, en la peluquería de Andrea. Donato (mi hermano) hacía líos en el barrio y yo ayudaba a mi mamá e iba a la escuela. La número 24 de Bernal.

Yo estaba destinada a ser  ”la hija de la vejez ”,así le llamaban a la hija más joven: tenía que acompañar a mi madre a todas partes ,hacer las compras ,ayudarla a lavar los platos ,dormir la siesta entre otras cosas. ¡Complacerla! Ese era mi destino.

Por fortuna descubrí a Herman Hesse (filósofo –poeta –psicólogo alemán )  acompañó mi adolescencia, leyéndolo me sentí  ,comprendida: ya no estaba sola, alguien pensaba en las mismas cosas y le  daba respuestas  a los sin sentido de este mundo.




Capítulo 3


Carolina Paparella y Alberto Selicorni.

 Mi tía Carolina entró con paquetes en la mano y una bolsa negra. Su andar era pausado ,ligeramente inclinado hacia un lado, como si estuviera cansada de andar; con voz dulce , me dijo:”te traje bizcochuelo de regalo, como le llevaba a Nietta, tu mamá.”Nos sentamos en el escritorio, encendí el grabador después de asegurarme que no le molestaba, serví agua mineral para las dos y le dije:”Tía, contame ¿cómo es la historia de la familia?¿Quién llegó primero a la Argentina?.

De la bolsa sacó un gran sobre lleno de fotos y un prolijo cuaderno forrado de azúl, lo abrió y empezó a leerme.

“ La historia de la familia empieza así: Donato Loprete se casó con Carolina Loconte, que vendría a ser tu bisabuela. De ese matrimonio nacieron dos hijos, Giacomo y Pasqua. Y ya estaba Giovanna, que era hija de un matrimonio anterior de Donato. Giovanna Loprete (Salerno 1885) era medio hermana de Pasqua (Bari,1891).Vino a la Argentina siendo muy joven,  una condesa la trajo de Italia como dama de compañía .Vivían en el campo. A Giovanna aquello no le gustó demasiado y, después de un tiempo, se vino sola a la capital. Se dedicó a cuidar a personas mayores. Aquí conoció a Vicente Cardela (Salerno,1885).En la primera guerra mundial, Vicente se había alistado como buzo y esto le provocó una bronquitis que no lo dejó nunca; se retiró del ejército como inválido de guerra. Buscando nuevos horizontes donde poder trabajar como joyero (que es lo que sabía hacer).

Por temor a otra guerra, viajó a la Argentina .Quedó deslumbrado ante la elegancia de Giovanna y le propone matrimonio:”Nos vamos a casar en Italia, le dijo. Ya en Italia, Giovanna y Vicente intentaron localizar a Pasqua (su medio hermana),

le escribieron a una vieja dirección que tenían. Los Paparella ya no vivían allí, se habían mudado. Pero el cartero, que los conocía(o el destino),le llevó la carta hasta el nuevo domicilio.

Así se reencuentran y comienzan a escribirse Pasqua y Giovanna. En una de esas cartas, Pasqua habla de los cinco hijos que tiene y le cuenta que está embarazada nuevamente; Giovanna le dice que no puede tener hijos y que desea tener uno a su cuidado en Salerno (Italia),donde estaban viviendo con Vicente.

Después de varias cartas, Giovanna viaja a Bari a visitar a su hermana y a conocer a sus hijos. Le pide que le deje a Carolina, que entonces tenía poco más de un año.”

Pasqua ,como buena administradora de la casa y madraza por naturaleza, seguramente pensó que Carolina tendría un mejor pasar con su tía debido a que ésta ansiaba tener una hija. Vicente era respetado y gozaba de buena posición económica. Además, podía visitarla periódicamente; el viaje de Bari a Salerno era de seis horas de tren. El sueldo de su marido, el buen Giusseppe  ,que era camarero, no alcanzaba para tantas bocas. No obstante eso ,él no perdía su alegría y buen humor. Cantando les decía en broma a los chicos: pero ustedes que quieren? quieren bailar o comer?.

Seguramente ,sí seguramente todo esto hizo que Pasqua entregara a Carolina.

Un tiempo después, Vicente quiso darle el apellido a la niña, con quién estaba encantado ( a pesar de que su sueño había sido tener un varón).Pasqua rechazó el pedido.

Dos años más tarde, Vicente deseó volver a la Argentina a intentar fortuna, confiando en que aquí tendría posibilidad de trabajo y paz. Europa estaba todavía revuelta en la postguerra. Preguntaron a Carolina si quería ir con ellos y la pequeña que se había acostumbrado a sus tíos, a los que consideraba padres, respondió que sí.

Pasqua y toda la familia se opusieron a que se la llevaran, pero ya era tarde; una inspectora estatal la había visitado preguntándole si deseaba viajar con sus tíos y la niña volvió a contestar que sí.

Los papeles estaban es regla; Vicente, Giovanna y Carolina partieron para Buenos Aires.


Carolina tenía cuatro años y se sentía segura con sus padres a los que así consideraba y consideró hasta que, a los siete años ,en la escuela (en Uruguay) la llamaron Carolina Cardella  ,apellido que no era el de su documento .A partir de ese momento, tras inocentes averiguaciones y con la fuerza que puja de la sangre ,afirmó ante sí misma y los demás “Yo soy Carolina Paparella ” ,recuperando la identidad que no había perdido, a pesar de las dudas. Tenía apenas seis o siete años. Carolina nació el 17 de enero de 1926  en Bari, Italia. Era la quinta hija de Pasqua Loprete y Giusseppe Paparella; ya habían nacido Zizina, Cayetano, Donato y Giacomo; después se sumaron Andrea y Rosetta.

Tía Carolina no sabía que ella oficiaría de nexo entre estos dos mundos, no sospechaba que sería el eslabón que provocaría la emigración de toda la familia Paparella a la Argentina.

Esa tarde, después de nuestro encuentro, comprendí la importancia que había tenido ella en nuestras vidas. Fue el primer ladrillo sobre el que se fueron colocando otros, uno a uno, despaciosamente y con buena soldadura, como se construyen las buenas casas.

Esa tarde ,lo más ordenadamente que pudo, fue contándome de dónde habíamos salido y de qué manera se habían entrelazado nuestros antepasados, dejándome casi un siglo de historias y una confusa repetición de nombres en la cabeza.

Vidas complejas, sacrificadas, sufridas. Vidas que buscaban afanosamente un lugar de trabajo y posibilidades de prosperar. Vidas que huían de la guerra y su constante amenaza. Vidas que se distanciaban y el amor volvía a unir .Vidas de idas y venidas. Vida de perros, a veces. Vida de ilusiones. Vidas llenas de amores y muertes ,muertes y resurrecciones. Vida de inmigrantes al fin.



Capítulo 4

Carolina había llegado con sus tíos a Buenos Aires en 1930,cuando estalló la Revolución de Uriburu .Sin desembarcar del “Centorosso ”,vuelven a Italia quince días después.

Vicente insiste un año más tarde. Carga el pesado equipaje y a su familia y se vienen de Salerno a L´América. Esta vez toma precauciones y se quedan en Uruguay, por temor a que hubiera resabios de la Revolución. Permanecen allí otro año y finalmente arriban a Buenos Aires en 1932 .

“Buenos Aires era una ciudad muy elegante. Vivíamos en Cerrito 556,donde está el cine Metro, entre Tucumán y Lavalle. La casa  era enorme, de dos plantas. Abajo había una santería; en el segundo piso, el tío Vicente hizo cuatro talleres para joyeros, que él administraba y arriba estaba nuestro departamento. Era lindísimo, tenía vitreaux en todo el living. El baño contaba con una bañera ( en esa época era un lujo)  Vicente cerró el patio y lo lleno de plantas .Compró la cocina a gas(en aquella época había fogón),agrandó los cuartos y arregló los dormitorios, que daban a la calle; también había un vestíbulo. Recuerdo que en el fondo de la casa había una magnolia enorme. La casa tenía tres escaleras: una de mármol, otra de madera y otra de hierro .Por las tres me caí yo pero no me pasó nada .Yo vi hacer la Avenida 9 de Julio ,el subterráneo abajo. Vi demoler las casas de enfrente para ensanchar la avenida. Cuando tenía trece o catorce años, empezaron a ensanchar la Avenida Corrientes, la terminaron en 1937”.

-¿Había colectivos ,tía?

“No recuerdo colectivos. Había unos coches largos y rectangulares que llevaban seis personas ;estaba el chofer y un lugar para el acompañante ,atrás tres asientos más y detrás del asiento del chofer se bajaba un “trasportín”, donde se sentaba otra persona.

(Me hablaba  del año  1940-1941.)



Capítulo 5

En Europa ardía la Segunda Guerra Mundial. Las comunicaciones estuvieron cortadas seis o siete años. Carolina no sabía  nada de su familia.

“Cuando restablecimos contacto, nos enteramos  que Donato había luchado en Yugoslavia. Giacomo estaba en Roma ,Andrea en Bari, terminando el servicio militar, y Cayetano había hecho un local en la primera habitación de la casa. Zizina trabajaba como modista, Rosetta ayudaba en la casa. ¿Sabés que Zizina fue la que me cosió los pañales cuando era bebe?.

Giovanna era muy delicada de salud y no me dejó seguir estudiando ,porque quería que le hiciera compañía. Era muy celosa. ¡No sabés la historia que tenía que hacer para poder ir a una fiesta con mi amiga Nélida!.Yo no era nada felíz.

Todos los parientes estaban en Italia. Cuando se reanudó la comunicación con Europa después de la guerra, Vicente y Carolina (a escondidas de la celosa Giovanna) comenzaron a escribirse fluídamente con los Paparella. Donato se interesó por la Argentina y a través de las cartas, Carolina y él iniciaron su relación de hermanos. Carolina le habló sobre Buenos Aires y Donato sobre la guerra, los compañeros que vio morir acuchillados por la espalda en Yugoslavia. También le habló del amor de sus padres, de la familia.

Europa estaba destruida. Tentado por su hermana, Donato decidió venir a la Argentina a probar suerte, llegó en Octubre de 1947.Vicente agregó una cama, compró un roperito y se acomodaron en la casa. Giovanna no estaba contenta.

“Cuando llegó Donato, yo me esforzaba por enseñarle castellano; una tarde vino una madrina de  Giovanna a casa y vió como nos relacionábamos, yo le estaba explicando algo y la tía dijo desde la cama:”¡mirá, mirá a esa mujer ,está con Donato como si lo conociera de toda la vida”.

A los quince días de llegado ,murió Giovanna, que tenía 63 años, y esa madrina me dijo:”Tu tía se murió de celos”.

Fue un golpe muy duro para Donato, porque Vicente le echaba la culpa de la muerte de su mujer. ¡Pobre Donato, las pasó todas!.

Pero entre nosotros nos llevábamos bien, eramos muy compañeros. El llego cuando  tenía 28 años.

Vicente le consiguió trabajo enseguida, en una peluquería de hombres que quedaba a media cuadra de casa ,sobre Tucumán .En realidad, estuvo poco tiempo con nosotros, porque el tío lo torturaba con sus comentarios,  le prohibía todo, no lo dejaba fumar en la casa .Así que, con la ayuda de un amigo ,Donato se fue a vivir a una pensión en Constitución. Se mantenía solo y quería hacer dinero, de día trabajaba en la peluquería y de noche limpiaba escritorios. Seguíamos llevándonos muy bien, nos reíamos mucho cuando estábamos juntos.

En 1949 me casé con Alberto, estuvimos de novios cinco meses y apuramos el casamiento, porque el tío Vicente quería viajar a Bari y llevarme con él. Se hablaba de otra guerra en Europa. Nos fuimos de luna de miel y ,a la vuelta ,el tío Vicente se fue a Bari .Allá conoce a todos los demás ; notó que Andrea era un buen peinador. Dijo ”este muchacho en Buenos Aires puede hacer fortuna”.

De regreso en Buenos Aires, Vicente habla con Donato y Alberto, mi marido, que era vista de aduana y averiguamos en migraciones los trámites para traer a Andrea .Me acuerdo muy bien, porque yo hice los trámites. En aquella época te tenía que pedir un familiar y hacerse cargo de traerte, había que tener trabajo asegurado y pagar mil ochocientos pesos,  que era bastante.



Capítulo 6

Andrea llegó en 1951,fueron a vivir a una pensión en la calle Paraná, frente a la Iglesia  De La Piedad.  Apenas llegado preguntó cuál era la mejor peluquería de Buenos Aires y le contestaron “Gath & Chavez” recuerdo que cuando vino a casa dijo:”Esto no es para mí”.

Sin embargo, a los tres o cuatro meses, se hizo una demostración de peinadores. El presidente del jurado era Voltren .Alberto y yo estuvimos en esa demostración, en la que Voltren dijo que había llegado a la Argentina un joven con muchísima habilidad, que había hecho de su trabajo un arte .Era porque Andrea había hecho dos peinados de fantasía .Usó como modelos a la secretaria de Gath & Chavez y a otra chica que trabajaba en el lugar.

Mientras tanto, había seguido averiguando por las mejores peluquerías y se presentó en Franzosi, que lo tomó inmediatamente. Trabajó con él dos o tres años y se hizo famoso.

Para ellos, la situación económica ya era distinta. Andrea trabajaba y Donato se dedicaba a buscar local y a hacer trámites con la ayuda de mi marido y del tío Vicente ,para armar el negocio propio. Vicente Cardela ayudó financieramente..Hizo un acuerdo comercial con Andrea y se alquiló el local en Arenales 1225.Todo un primer piso.

 En aquella época recuerdo que pasábamos las fiestas con la familia de Alberto, que es muy numerosa y también “familia de tanos”, allí nos sentíamos como en casa.

Al año de haber llegado Andrea, Donato empezó a hacer los trámites para traer a la Nonna Pasqua, a Zizina ,a Lilia y Rosetta. Llegaron en 1953 y fueron a vivir a un departamento de la calle Córdoba 966.Allí se reunía  a comer toda la familia, los sábados después del trabajo.(En aquella época se trabajaba medio día, pero eso significaba cerca de las cuatro de la tarde).

Un sábado ,cerca de Navidad, la nonna Pasqua se puso a llorar desconsoladamente ¿qué pasa?

¿qué pasa? preguntaban todos y ella respondío: ”Yo estoy comiendo acá y no se si mis hijos allá también están comiendo” .Entonces Andrea dijo: bueno ¡basta, se acabo! ,ahora el negocio ya está instalado, Donato dedicate a hacer los trámites para traer a los que faltan.

En ese año había cambiado la legislación Argentina y los inmigrantes no podían quedarse en la Capital Federal. Tenían que ir con contrato de trabajo al interior del país, a trabajar la tierra.

Alberto, mi marido, se puso en contacto con unos tíos viñateros y bodegueros que vivían en Mendoza y estaban muy bien económicamente, les explicó la situación y quisieron ayudarnos.

Donato se fue a vivir al campo con esa gente, le hicieron un contrato de trabajo y se pasó dos años allí. La idea era demostrar que había trabajo para los que faltaban llegar.

Cayetano y Giacomo, con sus mujeres e hijos, llegaron en 1958. Eran doce en total:

Nietta, Pino, Lina Leo, Miquela, Donato y Anna hijos de Cayetano. Y Elena y Ninno, hijos de Giacomo y Vilma

(todavía no había nacido Claudio, hijo de Giacomo).

Andrea había alquilado una casita en Bernal para que tuvieran por donde empezar .Alberto, mi marido trabajaba en la Aduana, conclusión que pudieron quedarse en Buenos Aires y no ir al interior.



Capítulo 7

Me pregunto desde este  tiempo y lugar ,si esta familia dio las gracias a los que hicieron que podamos reunirnos en este generoso país. La tía Lina con su bondad y llevada por su imperiosa necesidad de familia, nos reunió a todos.

No creo que se le hayan dado las gracias suficientes a ninguno de ellos.

Gracias Carolina, gracias Alberto, gracias Andrea, gracias Donato, gracias Vicente.

Estoy convencida que hubiera sido mucho más difícil vivir separados ,aunque ahora nos demos el lujo de fantasear con la idea de “cómo hubiera sido nuestra vida allá”.

No se ,a estas alturas, si vale la pena pensarlo.

Yo creía que tenía una historia muy especial que contar, ahora siento que ninguna historia es muy especial, todas son especiales y dignas de contarse.

Detenerse en una historia es pararse a mirar, observar, respirar un momento, para palpar que estamos vivos, que somos los únicos responsables de nuestras vidas, de lo que hacemos con ella.

En realidad es lo único que tenemos y a veces dejamos ir, cruelmente, de manera omnipotente, como si fuésemos eternos.

Siento que al contar esta historia termino con un ciclo de búsquedas que no me han llevado a ninguna parte, más que a encontrarme conmigo misma y con esta maravillosa familia a la que pertenezco y hago mía.