de Andrew O Hagan

"en el centro de sí mismo,un hombre no escoge a quién amar.Puede escoger como vivir y puede ser fiel a la verdad de sí mismo donde sea posible.Pero no decide amar,del mismo modo que no escoge su estatura ni su bondad.Uno puede ponerse unos zapatos de plataforma o hacer buenas obras,pero el corazón tendrá siempre la última palabra,y cuando la palabra es amor,podemos reconocer,podemos responder,podemos someternos o tratar de ignorar,pero no podemos escoger,el amor no es una cuestión de elección,sino un obstinado acto de rendición"

Se abrió la bata,
la lluvia la golpeó.
Se sirvió otra copa de vino
y al sound de Elis comenzó a balancearse,
recordó a aquél visitante
que pasó por su vida,
otra copa más
y Bethania le trajo aquella playa
y su desnudez,
aquél beso,
beso rojo,
fuerte beso
beso loco.
Se tiró en el diván
sin dejar de balancearse,
recordaba.
Fue feliz un instante,
tomó una copa más
e inevitablemente lloró.
Enfrente ,la botella le sonreía,
el pudor le provocó acomodarse la bata,
la mesa,el cuadro,la ventana
comenzaron a girar,
encendió otro cigarrillo
y ya no recuerda nada más.