miércoles, 19 de agosto de 2009

La mujer sin pasado es casi milagrosa,es increíble la mutación que logró en su destino.La mujer sin historia,agotada de tanto rehacerse decide que no es invisible pero sí estóicamente cotidiana,apenas soporta el día a día explorando en sus laberintos las tantas horas de nada,de fantasías absurdas,vivaces,tristes,alegres según la ocasión.
Clavada en el centro mismo de este territoio sin nombre,sabe que es mucho mundo el que le falta recorrer y apenas vencido este cansancio saldrá por más.
Esta mujer reconoce a su Dios como su único padre,a la naturaleza como su familia.El día es su salvación,la noche su prisión.Duerme escasamente lo que una abeja y desparrama su miel inesperadamente.Conoce su origen,no reniega de él,simplemente decidió reinventarse uno.