martes, 19 de abril de 2011

La hora de la implosión

de las veredas muertas y llenas de hastío.
De la suciedad acorde con esta nada cotidiana,la lucha por la lucha de la lucha,
¿de qué?
¿sobre qué?.
La hora del te frío o del cafe caliente o de ese vino derramado en tu boca.
La hora de nada
nada de nada.
Simplemente la hora
de estar sin vos
conmigo apenas
mirando por las mirillas del alma
quien queda
quien se va
a dormir
con las heridas secas

Quién se va.
Quién se queda.