viernes, 13 de agosto de 2010

Y siempre...

volvemos al rincón de las hojas secas,no, Sandra?a ese pequeño espacio propio que nos involucra con el Universo.
Y aquí andamos...así,así...con un cansancio abismal en los hombros,entre las cejas,en las rodillas...y no voy a nombrarla,ya sabemos quien es,aunque no sepamos nada de ella.
El alma errante transmuta lugares vergonzosos,intrépidos y sin embargo continúa,porque en ella está Dios y lo puede todo.O acaso un poco,un poquito...bancarse la bronca,la impotencia,la verguenza para seguir...no, Sandra?
¿Acaso quisieron nuestros pies hacer tierra?
¿por qué no nos dejaron en aquella burbuja?.Aquella que no recordamos y por eso eramos felices,¿felices?¿Eramos?...no lo sé,sólo se que no había preguntas,ni criticas ni cuestionamientos.¿No había?¿o no escuchábamos?.Por suerte creo que no escuchábamos.
Por eso ,al volver al rincón de las hojas secas,me reencuentro con esta lágrima salida casi a desgano,con el dolor de siempre y más...y el para qué de tanta cosa.
Vos sabes de lo que hablo,por eso insistís como yo en mirar el lado claro del corazón,pero a veces se hace tan difícil!
Pero esta vergüenza que siento,me suena a traición.
Puse todo en la mesa,me juego entera...y ¿para qué?
Ya no estoy tan segura Sandra,ya no lo estoy.
Y una vez más vuelvo al rincón de las hojas secas ,
y ya
quiero quedarme aquí,estoy cansada.