lunes, 6 de julio de 2009

Comió un huevo frito
y otro y otro más
se recostó pensando en la probabilidad de morir esa misma noche.
Durmió plácidamente
más que de costumbre
y hasta se despertó con nuevos bríos,
estoy lleno de proteínas pensó.
Aunque a veces sea logrado imprudentemente
y con sentimiento de culpa
es evidente que ser felíz
no te mata.

No hay comentarios: