miércoles, 21 de diciembre de 2011

Y se acerca la hora de volver

...Volver al cemento gris,recalentado por el sol abrasador y esa masa humana que se arrastra cada día.
También volver a las cosas de siempre ,mi cuarto,mi cama,mis libros,mi jardín.Volver a ese lugar en el mundo que siempre  agradeceré a mi Babbo haberme otorgado,así sin vueltas ni mezquindades,sin tener idea que me estaba otorgando un lugar en el mundo.Porque ese lugar es como mi unicornio azul,sólo lo quiero a él.
La vida se ha puesto espesa este último año,situaciones impensadas  me llenaron la agenda del alma y me retorcieron el estómago,como una trompada frente a aquella Navidad que me encontró sin arbolito.
Las celdas de mi PC incorporada se llenó de desamor,traiciones,indignación.Pero bahhh,que ya fue y sólo me fortaleció un poco más,a pesar de las broncas e hinchazones de estómago.
Me siento más fuerte que núnca,más libre y más brava también.Lista para empezar otro nacimiento emparejada al fin conmigo misma.Disfrutando de los logros obtenidos.Todo esta rodeado de obstáculos todavía,pero cuento conmigo y eso lo es todo.
La península se está poniendo preciosa como para recibir a novio nuevo,por allí andan los jardineros,pintores haciendo  retoques de último momento.Todos terminando de armar sus negocios y escaparates.Todos de blanco y brillante.
Esta península indiscutiblemente bella,la que elijo como segundo hogar.Donde quiero y necesito venir seguido porque encuentro ese silencio,la paz de la vida cotidiana,real,sin estridencias.La vida como la vida misma,como tiene que ser.
Buenos Aires tiene el encanto y la mugre de las grandes ciudades,necesaria para activar las neuronas a mil,y esto tiene la belleza y pulcritud necesaria para limpiar el alma.
Así que ahora vuelvo a la mugre y a activar las neuronas,para desear en un tiempo volver aquí.Y en este incansable ir y venir se  me constituye la vida.

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